Obama y el " Fiscal Cliff " o Precipicio Fiscal

El martes 6 de noviembre el presidente Barack Obama logró algo que parecía imposible: con una cesantía que se empinaba hasta 7,9% en octubre, el demócrata fue reelegido con la tasa de desempleo más alta de cualquier mandatario que haya buscado un segundo período desde Franklin Delano Roosevelt, que ganó las elecciones de 1936 —cuando el país todavía sufría las graves consecuencias de la Gran Depresión— con un sorprendente 16,6% de ciudadanos sin trabajo.

Durante la campaña presidencial, todos los expertos comentaban que el tema que definiría esta elección sería la economía, en particular la lenta recuperación que ha vivido el país en estos últimos cuatro años, después de que estallara la crisis subprime.

Luego de la hazaña conseguida por Obama a comienzos de mes, todos parecieron experimentar una especie de amnesia: ya nadie hablaba del alto desempleo ni de cómo Estados Unidos va a retomar la senda del crecimiento sostenido. Todas las miradas se desviaron hacia el «fiscal cliff».

El abismo fiscal hace referencia a una combinación de alzas en los impuestos y de recortes en el gasto federal que entrarán en vigencia en enero del próximo año si es que el presidente y el Congreso –en manos del opositor Partido Republicano– no llegan a un acuerdo para resolverlo.

La Oficina de Presupuesto del Congreso y la mayoría de los economistas estiman que, si no se actúa a tiempo, el doble impacto del aumento de los impuestos y los recortes generales en el gasto enviará a la economía estadounidense directo a una recesión.

Los cerca de US$ 670 mil millones —divididos en US$ 532 mil millones en aumento de la carga tributaria y US$ 136 mil millones en rebajas en el gasto, según la Oficina de Presupuesto del Congreso— significarían una reducción de entre un 4% y 5% del PIB.

El Centro de Política Tributaria estimó que cada hogar pagaría US$ 3.500 más en impuestos, mientras que el Centro de Política Bipartidista calculó que los recortes podrían costar 1 millón de empleos en 2013 y 2014, casi un cuarto de los nuevos puestos creados en los últimos cuatro años.

Asimismo, la Oficina de Presupuesto del Congreso proyectó que entre el cuarto trimestre de 2012 y el cuarto trimestre de 2013 el PIB real (ajustado por inflación) se contraería 0,5%. Hacia fines del próximo año el desempleo se elevaría a 9,1%.

¿Cómo se llegó esta situación?

El ex presidente George W. Bush y los republicanos en el Congreso no lograron conseguir los 60 votos necesarios en el Senado para aprobar el recorte inicial de impuestos de US$ 1,7 billón (millón de millones) en 2001, por lo que utilizaron una herramienta legal para autorizar las rebajas impositivas. Pero esta medida tenía una fecha de término: los recortes expirarían a los diez años.

En 2003, Bush ingresó un nuevo proyecto de reducción tributaria, que también caducaría en 2011.

Tras las elecciones parlamentarias de 2010, el presidente Obama llegó a un acuerdo con los republicanos para extender los beneficios fiscales por otros dos años y se agregaron otras medidas tributarias, como el recorte de los impuestos salariales, para estimular la economía. Esta es la extensión que se acabará a fin de año.
La disminución en el gasto, en tanto, se remonta al año pasado. La Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, se opuso a elevar el límite de la deuda sin una legislación que garantizara que el aumento sería al menos igualado por la reducción del déficit.

La Casa Blanca y el Capitolio acordaron rebajar los gastos en cerca de US$ 1 billón en los próximos diez años. También crearon un comité especial bipartidista de reducción de déficit para encontrar otro US$ 1,2 billón en ahorros durante la próxima década. Si esta comisión fallaba, los ahorros serían garantizados por recortes automáticos en diversos programas gubernamentales a partir de 2013. El llamado supercomité falló y ahora el gobierno enfrenta la reducción en el gasto.

El presidente Obama y el Congreso tienen un poco más de un mes para llegar a un acuerdo y así evitar que la lenta recuperación económica dé paso a una nueva recesión.

Fuente DF

Deja un comentario